Durante mucho tiempo me acosté por escrito
Comienza así uno de los capítulos que personalmente más tiempo y
espacio me produce; la cama. Indicar la errata del editor en dicha cita, la autoría correcta sería Marcel Proust.
Especies de espacios, de Geroges Perec, nos habla de una realidad.
Aunque el tiempo y el espacio juntos, dados de la mano, parecen estar presentes a cada momento, son ideas que tienen referencias abstractas.
Cuando Perec nos habla del tiempo, utiliza el reloj como el mejor ejemplo, no produce nada sino números inexistentes. Nuestra noción del tiempo no está tampoco definida: un minuto nos parece eterno o volatil dependiendo de la situación en la que estamos; sin embargo parece que el tiempo se asocie a la percepción que tenemos de nuestras experiencias.
El espacio por otro lado es una realidad, una estructura, el libro nos afirma que todo es o vive en un espacio. Conforme avanzamos la lectura nos adentramos en lugares totalmente conocidos y báscos que hacen referencia al concepto: la página, la cama, la habitación, la casa, la ciudad, el país, el mundo..
“Pero no se puede concebir el espacio como totalidad sino como fragmento”.
“Especie de espacios es un espacio que habla del espacio”.
No habla del espacio fuera del planeta, sino de los ambientes diarios y reales, de nuestro entorno, que aquí se convierte en un elemento protagonista de estudio.
